Ingredientes
1 Kg. de harina común 3 ceros
50 gr. de levadura de cerveza en pancitos (fresca, no en polvo)
2 cucharadas soperas de azúcar
4 cucharadas soperas de aceite
500 ml de agua tibia tirando a caliente
Sal cantidad necesaria
Preparación
Preparar el fermento colocando la levadura en un bol junto con el azúcar y revolver bien para soltar la levadura. En un primer momento se pegotea toda a la cucharita como cuando se bate un huevo con azúcar pero luego se va soltando hasta quedar totalmente líquida. Esto porque el azúcar acelera el fermento. Una vez que está líquida agregar un chorro de agua tibia (como sale de la canilla de agua caliente) y agregarle harina por cucharadas (aproxim. 2 cucharadas soperas colmadas) hasta formar una papilla de la consistencia de una salsa blanca densa. Dejarla descansar para que leve.
Mientras el fermento va levando – y no se descuide porque leva muy rápido y una vez levado no conviene que baje – poner la harina en corona y espolvorearla con sal fina en forma pareja, mezclarla toda con las manos, volver a ponerla en corona y entonces volver a espolvorearla con sal fina. Esta es mi manera de medir la sal.
Cuando el fermento está levado se transforma y parece una esponja, entonces poner en el centro de la corona la mitad del agua tibia y el aceite y con un tenedor mezclar bien y hacerle tomar un poco de harina. Entonces agregar el fermento ayudándose con una espátula para despegarlo del bol. Esto se hace porque si ponemos el fermento directamente sobre el aceite (el cual cuál siempre va a estar encima del agua) podría impedir que funcionara la levadura y no levara la masa.
Ayudándose con un tenedor ir mezclando aceite, agua y levadura con la harina circundante y seguir agregando el agua restante hasta terminarla. No sería nada raro que alguna vez tuviera que agregar un poco más de agua porque la cantidad de la misma depende de la absorción de la harina que no siempre es igual.
Ir amasando tratando que la masa quede tierna. Siempre es preferible que quede blanda porque en ese caso se soluciona agregando harina pero si queda muy sólida es imposible corregirla.
Si se usa esta masa para hacer pizza dividir la masa en 4 bollos que se dejarán levar hasta casi el doble de su tamaño. Una vez levados y sin volverlos a amasar, acomodarlos en las pizzeras aceitadas ayudándose un poco con el palo de amasar pero extendiéndolos fundamentalmente con las manos. Se cubre con la cobertura elegida y debe dejarse levar nuevamente.
Una vez levada se cocina en horno fuerte hasta que este rubia.
Si se usa la masa para panes cortarla en porciones chiquitas para hacer los pancitos que se colocarán en una asadera sin ninguna materia grasa. Colocar los pancitos no demasiado lejos uno del otro porque es lindo que cuando leven se vayan pegando uno al otro pues cuando salen del horno parecen de panadería. Por supuesto que cada uno puede dar a los panes la forma que más le gusta pero yo trato de hacer los pancitos imitando a los chips. Se cocinan en horno fuerte y a veces no tardan ni media hora.
Para hacer el pan de aceitunas los ingredientes sufren un cambio. En lugar de 4 cucharadas soperas de aceite se deberán poner 8, deberá agregarse 200 gr. de aceitunas negras un poco picada pero no demasiado y un poco de orégano.
Las aceitunas se pondrán en el centro de la corona de harina junto con la mitad del agua y el aceite, mezclando un poco con un tenedor como se hizo para la pizza y el pan y se agregará el fermento. Luego se amasará siguiendo las indicaciones dadas para la pizza.
Una vez que se termina de amasar se divide la masa en tres bollos que se colocarán en tres placas de 26 cm x 36 cm., aceitadas, y se dejaran levar. Una vez levadas se pincelan con aceite y se espolvorean con orégano.
Cocinar en horno fuerte hasta que esté dorado.
Cocina rápido como el pan.