Ingredientes

4 paquetes de acelgas
1 cebolla
Medio Kg de ricota (o requesón)
50 gr de queso rallado
4 huevos
Sal, pimienta y nuez moscada
4 cucharadas soperas colmadas de harina (como punto de partida pero podría necesitarse más de acuerdo a la humedad de las acelgas)

Preparación

La parte más importante es el lavado de las acelgas que se cocinarán con la penca pero de una manera diferente. Se cortarán las hojas de acelga a la altura de la penca, se encimarán las hojas de a seis o siete y se cortarán en tiras de cuatro cm más o menos. De esta manera las hojas se abrirán más y facilitarán  su lavado que resultará mucho más rápido.

Con las pencas se procederá a limpiarlas de partes feas y se cortarán en trocitos chiquitos casi juliana. Una vez lavadas se cocinarán juntos pencas y hojas pero asegúrese que hayan quedado bien  lavadas. Esto si las pencas son finitas porque si son del tipo ancho conviene descartarlas porque abultan pero no aportan gusto. Una vez cocidas se colarán y se dejarán enfriar.

Una vez fría proceda a exprimirlas agarrando la cantidad que cabe en las manos y apretando hasta que sale agua. Vaya acumulando los bollitos de acelga exprimidos sobre la tabla.

Una vez exprimidas todas las acelgas, corte la cebolla en juliana finita y póngala a saltear en una cacerola con aceite. Cuando empieza a dorarse practique a cada bollito de acelgas cortes horizontales y verticales y vaya agregándolo a la cebolla. Esto sirve para dos razones: una para que se saboricen con la cebolla y la otra para que se vaya evaporando el agua que eventualmente pudiera haberles quedado después de exprimidas.

Se revolverá  de vez en cuando y cuando las acelgas empiezan a pegarse al fondo de la cacerola se apagará el fuego. Este es el trabajo más pesado (aunque no tanto) porque el resto es rápido y facil.

Pasar las acelgas con la ricota por la procesadora, volcarlas en un bol y agregarles los huevos, el queso y los condimentos. Mezclar bien e ir agregando la harina mezclando bien después de cada cucharada.

Para saber si la harina es suficiente bastará con agarrar una cucharada de la mezcla y sostenerla en el aire. Si la mezcla se sostiene sin caer en el bol quiere decir que está a punto. De lo contrario habrá que agregar más harina hasta lograr el efecto requerido.

Se pondrá entonces a hervir agua con sal y cuando hierve se echa la mezcla por cucharadas ayudándose con el dedo y sin darle ninguna forma ya que por eso se llaman mal hechos. Se procede como para los ñoquis: cuando hierven se dejan cocinar 1 minuto y se levantan con espumadera para colocarlos en la fuente de servir.

Son exquisitos con lengua a la portuguesa, con salsa filetto y si se quiere dar un mayor alimento a los chicos se puede condimentar con una salsa a la boloñesa para que de esa manera coman algo de carne. 

También son exquisitos con manteca (mantequilla) derretida y queso rallado.