Ingredientes

4 berenjenas
Sal gruesa (gorda)
3/4 vaso de vinagre blanco (de alcohol)
3 dientes de ajo partidos al medio a lo largo
1 cucharada sopera de ají molido o pimentón picante (en España y en Italia, lo más parecido al ají molido es guindilla/peperoncino seco, aunque no es lo mismo)
1 cucharada sopera de orégano
3 hojas de laurel (en España 2 y pequeñas ya que tiene sabor más fuerte)
Aceite
1 cucharada sopera de pimentón dulce (si se ha usado ají molido) Si se ha usado pimentón picante no hace falta agregar el pimentón dulce porque quedarían demasiado rojas y, además, no favorecería al sabor

Preparación

Quitar el cabito a las berenjenas y pelarlas. Cortarlas en rodajas finas, colocarlas por capas en un colador y cubrir cada capa con un poco de sal gruesa (gorda). Dejarlas unas 5 o 6 horas aunque es preferible dejarlas toda la noche. Van a soltar agua y junto con el agua el amargor clásico que tienen las berenjenas. Enjuagarlas bien, exprimirlas para quitarles el agua y secarlas con un repasador.

Colocarlas en una cacerola con 1/2 vaso de vinagre. El 1/4 de vaso restante se utilizará más adelante.

Se ponen al fuego pero no para cocinarlas sino para calentarlas. Se van revolviendo con una cuchara de madera para que se impregnen del vinagre caliente luego se apaga el fuego y se dejan enfriar. Esto se hace porque el vinagre caliente tiene un gusto distinto  que le sienta bien a las berenjenas.

Una vez frías, en la misma cacerola se le agrega el orégano, el ajo, el ají molido. Disolver el pimentón dulce con el aceite y el 1/4 de vaso de vinagre restante y agregar también a la cacerola. Se revuelve bien, como si estuviéramos aderezando una ensalada y se van poniendo en un frasco de vidrio a cucharadas y bien acomodaditas.

Cuando se han puesto todas en el frasco se le agrega aceite hasta cubrirlas y se introducen las hojas de laurel en distintos lugares del frasco de manera que las hojas queden entre el vidrio y las berenjenas y se noten desde el exterior.

Es conveniente dejarlas descansar unos días para que se impregnen de los condimentos.

Si están bien cubiertas por el aceite no es necesario guardarlas en la heladera (nevera).

A medida que vayan comiendo las berenjenas notarán que va quedando el aceite y se preguntarán que hacer con él.
Se puede usar tanto para aderezar una ensalada de papas (patatas), para cocinar una carne al horno o para pincelar una pizza casera. …sean creativas/os.

Autor: Marta Iost