Ingredientes (para dos tarteras de 30 cm. de diámetro)

12 alcauciles (alcachofas) En España 15 alcachofas pues son más pequeñas que en Argentina
500 grs. de ricota (requesón o mató)
6 huevos
40 grs. de queso rallado
Sal
Aceite 1 pocillo de los de café, aproximadamente
2 Masas para pascualina (en España tratar de comprar la marca Nestle que es la menos hojaldrosa y comprar 4 porque vienen de a 1)

Preparación

Como esta tarta lleva más tiempo que otras, yo he tomado la costumbre de hacer dos al mismo tiempo porque se aprovechan mejor los ingredientes y el trabajo. Además, estas tartas se guardan crudas en el freezer por un tiempo de hasta 6 o 7 meses.

Se lavan los alcauciles y se les corta el cabito bien cerca del corazón, luego se les quitan las primeras 7 hojitas que estaban cerca del cabito. También deben limpiarse los cabitos. Para esto se observará que éste tiene en el centro una parte blanca. Se coloca el cuchillo cerca de la parte blanca y se tira hacia abajo despegándolo. Así, todo alrededor hasta que queda la parte blanca solamente.

Se hierven los alcauciles y los cabitos hasta que estén bien cocidos. Colar y dejar enfriar. Cuando están fríos se toma cada alcaucil (alcachofa) y se le van quitando hojas hasta ver bien el corazón. Se trata de separar el corazón del resto de las hojas y se observa la barbita que suele tener en el corazón. Se toca con las manos: si es dura se saca y si es tierna se deja porque tiene buen sabor. Se corta el corazón al medio, luego en pedacitos pequeños y se pone en un bol. A cada hoja se le va quitando la pulpa raspando con una cucharita y se coloca en el bol. El resto de la hoja se descarta. Por último se cortan los cabitos en pedacitos y, de paso, si les quedó alguna fibra, se quita. Por supuesto se agregan los cabitos a la pulpa. Este es el trabajo que necesita más paciencia y voluntad porque el resto es facilísimo. Aquí dejo un vídeo explicativo.

A la pulpa obtenida agregar el queso rallado y el aceite. Revolver bien, como si fuera una ensalada, fijándose que el aceite sea suficiente ya que debe quedar bien brillosa.

En otro recipiente mezclar los huevos con la ricota y agregar un poco de queso rallado. Cuando estén bien mezclados volcarlos encima de la pulpa de alcauciles y revolver bien hasta lograr que la mezcla sea pareja y homogénea. Recién entonces salar a gusto.

Untar dos pizzeras o tarteras de 30 cm de diámetro con aceite y colocar una hoja de masa en cada una.

Rellenar las dos masas con la mezcla obtenida tratando de repartirla en forma pareja y luego cubrir cada una con otra hoja de masa y cerrarla con repulgo o como acostumbre cerrar las tartas. Trate que la masa sea lo menos hojaldrosa posible.

Si puede hacerla usted con harina leudante va a ser mucho mejor. Para eso necesitará:

600 grs. de harina leudante
Sal
6 cucharadas soperas de aceite
300 cc de agua

Hecha la masa, dividirla en 4 partes. Dos un poco más grandes, que serán las que van abajo y contendrán el relleno y las otras más chicas que se estirarán finitas y servirán para cubrirlas.

Cocinar en horno moderado más o menos 25 minutos pero antes pincelar la tarta con un poco de aceite.

Esta tarta, como dije al comenzar la receta, se puede conservar cruda en el freezer. Para eso tendrá que prepararla como si la fuera a cocinar es decir colocarla en una tartera previamente aceitada como así también pincelar la tarta con aceite pero en vez de ponerla en el horno se pone en el freezer “abierta” o sea sin bolsa.

Al día siguiente, cuando está bien dura, se saca de la tartera y se pone la tarta en una bolsa para freezer donde puede permanecer 6 o 7 meses. Cuando la saque del freezer para cocinarla deberá colocarla en la misma asadera pero absolutamente sin nada de aceite porque si pone aceite le quedará cruda.

Se come fría.