Ingredientes (para 4 personas)

2,5 Kg. de mejillones
1 Kg. de papas (patatas)
75 gr. de manteca (mantequilla)
100 CC. de leche
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 manojo de perejil
6 cucharadas soperas de aceite
Sal
Un chorro de vino blanco

Preparación

Como primera medida recuerde que los mejillones, si no los cocina enseguida, debe guardarlos en la heladera como están. No se le ocurra lavarlos para guardarlos limpios porque esa barbita que cuelga del lado recto del mejillón es su alimento por lo tanto, una vez quitada, hay que cocinarlos porque el mejillón empieza a morir. Guardados sin limpiar le pueden durar hasta dos días en la heladera. (Nunca freezer).

Para lavar lo mejillones conviene ponerlos en remojo en un recipiente con abundante agua fría y dejarlos una hora en remojo. Luego se les cambia el agua y se empieza a lavarlos uno por uno bajo el agua corriente. Se limpian  de todas impurezas exteriores y se les arrancará la barbita que lleva el alimento.

Una vez lavados los mejillones y liberados de toda barbita colocarlos al fuego en una cacerola con 2 cm. de agua o sin agua porque largan bastante. Los mejillones se abrirán y una vez abiertos sacarlos de la valva y dejarlos aparte. Los que no se hubieran abierto vuelva a ponerlos al fuego y déle una segunda oportunidad para abrirse. Si tampoco se abren en la segunda oportunidad deséchelos porque significa que no están en condiciones de ser comidos.

Corte la cebolla en juliana luego píquela un poco, pero no demasiado, y póngala a rehogar en el aceite. Mientras, pique el ajo junto con el perejil, del cual habrá empleado solamente las hojas.

Cuando la cebolla está rehogada agregue el ajo y perejil, revuelva todo para que se mezcle, apague el fuego y deje en suspenso.

Pele las papas, córtelas en cuadraditos y hiérvalas con agua y sal.

Prepare un puré pasando las papas por un pasa verduras, para que no queden grumos, y condiméntelo con la manteca y la leche hasta lograr una consistencia agradable.

Vuelva aponer al fuego la cebolla con el ajo y perejil y cuando vuelve a freír agregue los mejillones y la sal a su gusto. Revuelva un poco para que se calienten y agregue enseguida el vino blanco porque no conviene que  cocinen mucho para no correr el riesgo que endurezcan. Después de haber agregado el vino cocínelos un minuto nada más.

Vuelque el puré en una fuente y sírvalo cubierto con los mejillones. Si usted hubiera cocinado los mejillones en una paella (sartén de dos manijas) quedaría bien llevarlos a la mesa en la misma y por separado el puré en una fuente honda.

Tendría además la ventaja de mantener mejor el calor.