Ingredientes

6 tacitas (de las de café) de arroz
6 alcauciles (alcachofas)
6 cucharadas soperas de aceite
1 cebolla mediana
1 cucharada sopera de ajo y perejil bien picadito (pueden ser congelados)
30 tacitas de agua
40 gr. de queso rallado
50 gr. de manteca (mantequilla) o margarina (mantequilla vegetal)
Cubitos (pastillas) de  caldo cantidad necesaria (pueden ser de pollo o de carne pero no de verduras)

Preparación

Se empieza por hacer el caldo para lo cual deben medirse los 30 pocillos de agua en una jarra medidora para saber cuantos cubitos para caldo se necesitan. Si se usa la cantidad exacta de cubitos no es necesario poner sal al arroz, aunque siempre es conveniente probarlo cuando faltan 5 minutos para terminar de cocinarse para agregarle si fuera necesario.

No dejar cocinar el caldo nada más que el tiempo necesario para que se disuelvan los cubito porque si hierve mucho se consume y disminuye la cantidad medida.

Luego se preparan los alcauciles (alcachofas). Es una tarea un poco larga y  aburrida pero si les gusta comer bien les aseguro que vale la pena. Es necesario tener a mano un recipiente con abundante agua en la que se habrá exprimido un limón  para evitar que se oxiden los alcauciles (alcachofas). Se comienza por quitar el cabo a los alcauciles (alcachofas). Si este es bien gordito se verá que al centro tiene una parte más clara. Se quita entonces toda la parte oscura que la rodea y esa parte más clara se corta en rodajitas lo más finitas posible porque esa parte es tan rica como el corazón. Por supuesto se introduce en el agua con limón. Se procede entonces a quitar todas las hojas hasta llegar al corazón con apenas las hojas blanquitas y tiernas que lo rodean. Se corta al medio el corazón y se quita toda la barbita que pueda tener y además de cortar las espinitas que puedan tener las hojitas que rodean el corazón. Se apoya cada mitad sobre la tabla y se la corta en rebanaditas lo más finitas posibles y se van colocando dentro del agua alimonada (las hojas que se fueron sacando a cada alcaucil (alcachofa), o bien se tiran o se hierven y luego les enseño a hacer una tortillita deliciosa al final de esta receta).

Teniendo listas estas dos preparaciones (caldo y alcauciles (alcachofas)) se puede empezar a cocinar el arroz, picando la cebolla y poniéndola a sofreír con el aceite en una cacerola.

Cuando la cebolla esté transparente agregar el ajo y perejil y revolver bien. Cuando se sienta  el aroma del ajo cocinándose (o sea casi en seguida) echar los alcauciles (alcachofas) bien escurridos. Revolver bien para que se mezclen con la cebolla, el ajo y el perejil. Se dejan cocinar un poco hasta que se haya secado el agua que contenían y a partir de ese momento se les va agregando agua en pocas cantidades para que no se peguen ya que tienen que cocinar a fuego mediano hasta que queden tan tiernas que se deshagan al apretarlas con el tenedor. Se les agrega poquita agua por vez porque cuando estén cocidos no debe sobrar líquido.

Llegados a este punto se hecha el arroz y se revuelve bien para que se mezclen todos los ingredientes y enseguida se le echa la mitad del caldo, que tendrá que estar a punto de ebullición, y se revuelve para mezclarlo con todos los ingredientes. Contrariamente a la paella, el risotto va revuelto cada vez que se le agrega caldo y se revuelve también para comprobar que no falte caldo. A veces el caldo preparado no alcanza ya que, dependiendo del tipo de arroz, puede tener mayor o menor absorción. En ese caso se le agrega agua. La medición del agua para el caldo se calcula a razón de 5 tacitas de agua por cada tacita de arroz. Si sobra caldo servirá para una sopa y si falta caldo a último momento se agrega agua.

La cocción del arroz es de 20 minutos y el risotto queda cremoso no seco como en la paella. Yo me manejo con timer  para medir el tiempo de cocción porque me gusta ser exacta en todo y no pasarme porque a los 15 minutos hay que probar el punto de sal y corregirlo si fuese necesario.

A los 18 minutos hay que agregar el queso rallado y revolver bien  y a los 20 minutos se apaga el fuego, se agrega inmediatamente la manteca (mantequilla) y se revuelve bien.

Se deja reposar cinco minutos y se sirve.

El comensal agregará queso en su plato si así lo desease.

LA TORTILLITA PROMETIDA…

SI TIENE PACIENCIA Las hojas quitadas a los alcauciles (alcachofas) se ponen en un cuenco con mucha agua y se enjuagan. Luego se hierven lo suficiente como para que queden bien tiernas. Entonces, con una cucharita, se va quitando toda la pulpa de cada hoja.

Una vez obtenida la pulpa, se pone a sofreír una cebolla pequeña  picada en una sartén y cuando está transparente se le agrega ajo y perejil.

Se revuelve un poco y se le agrega la pulpa de los alcauciles (alcachofas). Se cocina dos minutos para que se impregne del sabor del sofrito.

Aparte se habrán batido en un bol  tres o cuatro huevos, según la cantidad de pulpa y el gusto de cada uno a los que se les habrá agregado la sal necesaria y un poco de queso rallado. A estos huevos se les agrega el contenido de la sartén, se mezcla bien y en la misma sartén se procede a hacer la tortilla de la manera habitual.

¿TENDRÁ PACIENCIA? Si le gustan las cosas ricas estoy segura que sí.

Autor: Lala Victoria