Creps

250 cc de leche
3 huevos
150 g de harina
1 cucharada de aceite

Salsa de tomate

1 lata de tomate triturado (en lo posible sin semillas y sin piel)
4 dientes de ajo
Aceite

Salsa blanca (bechamel)

50 g De mantequilla
Unas gotas de aceite
75 g De harina
1 litro de leche
Sal fina
Nuez moscada

Relleno

300 g de acelgas lavadas y troceadas
1 cebolla grande
250 g de ricota
50 g de queso rallado
2 huevos
Sal, pimienta y nuez moscada

Preparación

Creps: colocar en el vaso de la licuadora o minipimer el harina, los huevos, la leche y una pizca de sal. Licuarlo hasta formar un líquido sin grumos. Una vez hecha la mezcla agregar una cucharada sopera de aceite y revolver a mano.

En una sartén de teflón, a fuego medio, ir colocando la cantidad justa de mezcla como para llenar el fondo de la sartén.

La cucharada de aceite que agregamos a último momento nos ayudará a que no se peguen los panqueques.

Tendrá que ir moviendo la sartén para que la mezcla cubra toda la base sin dejar agujeros. Cuando la parte de arriba de la mezcla pierda el brillo, es momento de dar vuelta el panqueque, ayudándose con una espátula (lengua).

Se lo deja un momentito del otro lado y listo. El primero suele salir grueso o puede pegarse. No se preocupe, es normal. Habitualmente el primero se tira. Con estos ingredientes salen unos 12 panqueques de 16 cm de diámetro.

Salsa de tomate: Picar los ajos bien chiquito y saltearlos en aceite. Lo justo para que suelte su aroma pero sin que se doren.

Enseguida incorporar la lata de tomate triturado junto con la sal y una cucharada de azúcar para quitarle la acidez.

Todo esto deberá cocinarse a fuego medio durante solo 5 minutos.

Salsa blanca (bechamel): en un cazo preferentemente de acero inoxidable, se derrite a fuego suave la mantequilla, se añaden las gotas de aceite y al rato la harina. Mezclar bien todo ello dándole vueltas a la masa formada con una cuchara de madera.

Mientras tanto habrá puesto la leche a calentar. Antes de que rompa a hervir la viertes poco a poco sobre la masa de mantequilla y harina. Revuelva bien esta vez con una varilla (batidor de mano).

Dejar cocer a fuego suave durante 15 minutos, revolviendo de vez en cuando.

Sazonar de sal y nuez moscada rallada.

Si se cuela por un chino le quedará más suave y sin grumos.

Relleno: hervir las acelgas cortadas groseramente en agua con sal. Cuando estén cocidas se cuelan y se dejan en el colador para que sigan escurriendo el agua.

Una vez frías, presionarlas con las manos para quitar el resto de agua que, seguramente les quedará, y cortarlas bien finitas.

Pelar y picar finita la cebolla. Poner a dorar en aceite. La cebolla debe dorarse, no sirve que esté pochada, el gusto es totalmente distinto.

Cuando esté doradita se le agrega las acelgas y se las saltea hasta que veamos que se empiezan a pegar en el fondo.

Todo este proceso es para saborizar un poco las acelgas y para estar seguros de que no les queda nada de líquido.

Cuando se enfríe poner en un bol y agregar la ricota, el queso rallado, los huevos. Agregar pimienta y nuez moscada y rectificar de sal.

Rellenar los canelones : como primera medida prepararemos la fuente de horno. Se cubre la base con salsa de tomate. Lo justo para cubrirla.

Se van rellenando los canelones y se van colocando sobre la salsa de tomate uno junto al otro. Cuando hayamos llenado la fuente de canelones, los cubrimos con salsa blanca (bechamel) hasta que queden todos bien tapados. Se espolvorea con queso rayado y se les pone unos trocitos de mantequilla (muy pequeños) para que ayude al gratinado.

Se precalienta el horno a 200 ºC. Cuando esté caliente se meten los canelones y se dejan unos 20 o 25 minutos, hasta que el queso rayado tome color.

Se llevan a la mesa bien calientes en la misma fuente de horno.

Autor: Matías Bertrán